¡Asesino a bordo!
Cuando todavía no se ha aclarado el misterio del avión de Malaysia Airlines desaparecido en pleno vuelo de Kuala Lumpur a Pekín con 239 pasajeros a bordo, llega a nuestras pantallas Non-Stop (Sin escalas), un thriller trepidante localizado en el mismo escenario claustrofóbico: un avión de pasajeros en vuelo de New-York a Londres.
Liam Neeson es Bill Marks, un veterano agente de seguridad, ex policía, que intenta superar la muerte de su hijo. Poco después del despegue del avión, Marks recibe un inquietante mensaje anónimo: cada 20 minutos un pasajero morirá si no se transfieren 150 millones de dólares a una cuenta secreta. A 40.000 pies de altura, en medio del Atlántico y en un espacio cerrado, parece imposible que alguien pueda matar sin ser descubierto, pero…
Nacido el 7 de junio de 1953 en Irlanda del Norte, Liam Neeson se inició como boxeador en su adolescencia antes de decidir estudiar interpretación en la Gaiety School y debutar como actor teatral en los años 70. Excalibur (1981) fue la primera película en la que Neeson interpretó un papel secundario de cierta relevancia, pero fue con La lista de Schindler (1993), Rob Roy (1995) y Michael Collins (1996) cuando su nombre empezó a brillar con luz propia en el mundo del cine.
En cuanto al director, [Enlace retirado], nacido hoy hace 40 años en Sant Iscle de Vallalta (Barcelona), marchó a California a estudiar cine con 18 años y, desde entonces, reside en Los Ángeles. Se inició en la dirección cinematográfica en 2004 con La casa de cera (2005), una película de terror que obtuvo un notable éxito de taquilla. En 2011, dirigió por primera vez a Liam Neeson en Unknown (Sin identidad) (2011), una ingeniosa película de suspense que gira en torno a un hombre al que suplantan la identidad tras un grave accidente. En Non-Stop, su segunda colaboración con Neeson, Collet-Serra reconoce en su obra la influencia de los maestros del suspense, Alfred Hitchcock y Agatha Christie.
¡Película recomendada para los amantes del thriller de acción que no padezcan de “fobia” a volar!